Una de las últimas creaciones realizadas por el escultor e imaginero sevillano es un Calvario cuyo destino es la comunidad católica de los Hermanos Filipenses en Londres.

La composición responde a los modelos clásicos sobre el tema cultivados por la escuela sevillana: la imagen central del Crucificado se presenta ya muerto sobre cruz plana y cepillada, asentada sobre un pequeño montículo, en cuyo extremo superior figura el titulus crucis escrito en tres idiomas; la Virgen, de pie, a la derecha, aparece con las manos juntas, la mirada cabizbaja y el rostro apesadumbrado; en el lado izquierdo, también de pie, se halla San Juan Evangelista mirando desconsolado al Maestro.

El conjunto es de muy buena factura: la hechura de Cristo, cuyo giro lateral de las piernas es realmente magnífico, ha sido concebido con tintes clasicistas; por su parte, María manifiesta un dolor introvertido y hermético; respecto a San Juan, llama la atención su impresionante potencia expresiva. Las figuras son de talla completa en cedro policromado al óleo y miden 160 cm. Hablamos de una altura algo inferior a la habitual debido a las limitaciones que impone el espacio donde irá ubicado el grupo

Esta nueva obra de Darío Fernández permanecerá expuesta en el apeadero del Ayuntamiento de Sevilla hasta el próximo martes 27 de marzo, en horario de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:00 horas.