Al igual que el Cristo Atado a la Columna que les presentamos ayer, esta talla de candelero para vestir, con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores en su Esperanza, ha sido labrada por el escultor hispalense para el Convento de las Carmelitas Descalzas de la Purísima Concepción de Alcalá de Henares (Madrid).

Hablamos también de una figura de tamaño natural (mide unos 167 cm de altura) en madera de cedro y caoba policromada al óleo, con lágrimas de cristal y ojos de cascarilla pintados a mano.

Fue realizada en 2010 por Luis Álvarez Duarte, que cada mes de mayo tiene por costumbre labrar una imagen de la Virgen Dolorosa, permaneciendo hasta ahora en su estudio de Gines (Sevilla). Aunque ha sido codiciada por hermandades y particulares de la capital hispalense y otras ciudades andaluzas, finalmente recibirá culto en Alcalá de Henares por iniciativa de la Madre Esperanza, superiora de dicho convento.

Esta obra aparece en la reciente biografía del autor, publicada con el título El Niño Imaginero. A pesar del dolor que se refleja en su bello rostro, destaca por encima de todo detalle la dulzura en su modelado.