Se trata de un nuevo grupo de figuras secundarias para el misterio onubense del Desprecio de Herodes, perteneciente a la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús, Nuestro Padre Jesús de la Humildad Despreciado de Herodes, María Santísima de la Victoria y San Juan Evangelista.

Las siete nuevas esculturas, de tamaño natural -ninguna de ellas excederá la altura de Jesús de la Humildad- para vestir -irán provistas de un sistema de rótulas con el fin de movilizar sus extremidades y facilitar así su atavío-, representarán al tetrarca Herodes Antipas, su esposa Herodías, los sumos sacerdotes del Sanedrín Caifás y Anás -yerno y suegro, respectivamente-, un soldado judío y dos soldados romanos.

Todas ellas serán labradas en madera de cedro real policromada al óleo por Rodríguez Picón, quien ha realizado también el diseño del conjunto siguiendo las directrices marcadas por la cofradía para dar mayor dinamismo, expresividad plástica, tensión dramática y teatralidad al pasaje evangélico que procesiona.

Las nuevas tallas sustituyen a tres labradas entre los años 1946 y 1947 por el escultor ayamontino Antonio León Ortega (Herodes, el sanedrita acusador y un sacerdote de la ley mosaica), autor de la hechura cristífera que se conserva (1942), y a dos soldados romanos del artista sevillano José Manuel Bonilla Cornejo (1995-1997).

La escena ha sido desarrollada por Rodríguez Picón en el Palacio de Herodes, sobre suelo escalonado de mármol. Al fondo, el tetrarca sentado sobre su trono, elevado sobre dos escalones más con el fin de poder contemplar la escena principal del misterio desde todos los ángulos del mismo.

Junto a Herodes aparecen su cruel esposa Herodías, mujer ambiciosa y sin escrúpulos con la que consulta lo ocurrido, y Caifás, no solo pariente sino también sucesor en el cargo de Anás. Este diabólico fariseo, abanderado de la hipocresía, era juez supremo del tribunal mayor de la nación judía y fue quien acusó a Jesús de blasfemo, ya que el Nazareno se atrevía a asegurar que era el Mesías.

En la parte central de la escena vemos a Anás mirando a Cristo con desprecio, indicando además al soldado judío que lo entreguen al gobernador romano Poncio Pilatos, tal y como acaba de ordenar Herodes, quedando la delantera reservada para los soldados romanos que lo prenden con la soga.

Este proyecto conlleva también el cambio del paso procesional de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, que actualmente es una pieza neobarroca del año 1980 -inspirada en la peana de la titular mariana-, labrada en alpaca plateada por Orfebrería Villarreal y alumbrada con seis faroles del mismo metal.

Las nuevas andas, proyectadas por el diseñador sevillano Javier Sánchez de los Reyes, retoman la idea fundacional del misterio del Desprecio de Herodes, concibiendo el paso en madera dorada e iluminado con candelabros de guardabrisas, tal y como queda plasmado en bocetos de la época.

A la hora de buscar un taller que lleve a cabo este ambicioso proyecto, la Cofradía de la Victoria ha decidido decantarse por el Taller de Carpintería, Talla y Dorado de los también hispalenses Hermanos Caballero, ya que entienden que, en la actualidad, es el obrador más prestigioso dentro de los de su gremio.