Se trata del Cristo de la Paz para la Cofradía del Traslado de Cristo al Sepulcro con Nuestra Señora de la Esperanza del municipio albaceteño de Hellín. Inspirada en varias composiciones pictóricas del XVII, muy tenidas en cuenta en el ámbito de las procesiones de penitencia a la hora de reflejar este simulacro, la imagen de Jesús muerto muestra una composición integrada en la majestuosidad y belleza del realismo Barroco.

De talla completa en madera de cedro real, esta pieza formará parte de un grupo que se encuentra llevando a cabo el escultor e imaginero ubetense, y que estará compuesto por las figuras de la Dolorosa de la Esperanza (un candelero ya realizado y bendecido en el año 2009 que, actualmente, se encuentra al culto en la parroquia hellinera de San Roque), así como por las imágenes de San José de Arimatea, Nicodemo y Santa María Magdalena, éstas tres últimas también de vestir y actualmente en proceso de ejecución por Antonio Espadas.

El Cristo de la Paz fue presentado y bendecido el pasado 10 de abril en la Parroquia de la Asunción de Hellín. Es una efigie de tamaño natural, representada en el momento en que es transportada por los Santos Varones al sepulcro el día de la Parasceve (palabra que significa "preparación"), que era entre los judíos el sexto día de la semana en que se dedicaban a dejarlo todo preparado, pues el sábado tenían el precepto de no trabajar.

Pulsando en el icono, podrán ver más fotografías de la imagen del Cristo ya concluida, algunas de ellas tomadas en el obrador de Antonio Espadas Carrasco (situado en el nº 7 de la Calle de los Molinos, en pleno corazón de la localidad jiennense), así como de la Virgen de la Esperanza, de los bocetos en barro de Nicodemo y San José de Arimatea, y de la maqueta del grupo escultórico al completo, cuya terminación está prevista para el año 2013.