La última obra del reconocido artista ubetense lleva por título María Santísima de la Concepción, una imagen de talla completa realizada en madera de cedro para la Cofradía Eucarística de la Santa Cena de Úbeda, su localidad natal. Concluye así un proyecto artístico iniciado hace ya más de cuatro años, cuando bajo la presidencia de Marcos Expósito Morillas se aprobó en Junta General el proyecto de incorporación de una advocación mariana a dicha corporación de penitencia.

La Virgen formará parte en un futuro de un grupo procesional compuesto por dos ángeles, también de tamaño natural, que la acompañarán en el paso, uno en actitud de consuelo y otro ofreciéndole el llamado "Cáliz de Dolor", símbolo de la amargura que padeció María ante los padecimientos de su Hijo. Acompañará así en el cortejo al conjunto escultórico de la Santa Cena de Úbeda, grupo igualmente de talla completa labrado por el escultor e imaginero de origen valenciano Amadeo Ruiz Olmos (1954-1958).

El nuevo misterio interpretará el momento emocional de María en el pasaje evangélico de la Última Cena. Si en el pasaje de la Concepción, María recibe la noticia divina del nacimiento de Cristo a través del Arcángel Gabriel, ahora, cuando Jesús da a Judas Iscariote el mandato de "hacer lo que tiene que hacer" para desatar su pasión, la Madre recibe el mensaje divino de la muerte del Hijo a través de los ángeles y, al igual que en la Anunciación, acata la noticia, aunque esta vez con aflicción, para cumplir de nuevo la voluntad de Dios.