Un desplome fortuito en la cruz ha causado varios destrozos en el grupo escultórico del Descendimiento de Cristo que se conserva en la parroquia onubense de San Pedro. El suceso ocurrió en la madrugada del martes al miércoles y fue advertido a primera hora de la mañana tras la apertura del templo para el culto.

Los daños han perjudicado a la zona central de este popular grupo procesional, formada por las tallas de Jesús en el momento de ser descendido, los Santos Varones y San Juan Evangelista. Las imágenes de la Dolorosa del Calvario y Santa María Magdalena no han sufrido percance alguno.

Gracias a que el madero cayó sobre la reja que cierra la capilla donde se exponen las imágenes, el Cristo no golpeó directamente el suelo; pese a ello, sus extremidades, sobre todo las superiores, se han visto bastante afectadas, de forma parecida a lo sucedido con las efigies de San Juan y San José de Arimatea. La peor parte se la ha llevado, dada la altura y la situación en la que se encuentra tras la cruz, la figura de Nicodemo, que ha resultado seriamente afectada con daños más generalizados.

Mañana viernes la Hermandad del Descendimiento, que ha recibido numerosas muestras de solidaridad y apoyo tras lo sucedido, celebrará un cabildo extraordinario para que los hermanos conozcan las valoraciones emitidas por los expertos sobre la situación del grupo y el urgente proyecto de restauración que necesitará.

Este imponente simulacro está considerado la obra más ambiciosa del famoso escultor e imaginero ayamontino Antonio León Ortega, quien lo talló en madera de ciprés policromada entre 1952 y 1953 (ver enlace). Hace unos años fue intervenido por las restauradoras onubenses Ana Beltrán Ruiz y Verónica García Piedad.