Último trabajo del reconocido escultor e imaginero, tratándose de la segunda efigie del Niño Jesús que lleva a cabo para Italia, estando realizado en madera de cedro policromada con terminaciones al pulimento, si bien incorpora añadidos como ojos de cristal fabricados a mano y pestañas superiores de pelo natural.

El autor toma como referencia principal los modelos clásicos de la imaginería andaluza y castellana (Luisa Ignacia Roldán, Pedro Duque Cornejo y Luis Salvador Carmona) como deseo de abrir la veda a una nueva corriente artística dentro de su obra con influencias más clásicas e idealizadas.

El niño se presenta en actitud de bendecir, posando su mano izquierda sobre el corazón y sentado sobre una roca a modo de soporte. Se observa un gran interés por parte del autor en los detalles de la figura y en el deseo de buscar una nueva expresión estética que permita enriquecer la tradición iconográfica existente.

Ha sido labrado por Juan Bautista Jiménez para el templo parroquial de Maria Santissima Addolorata, en la ciudad italiana de Tarento, cuyo párroco don Amedeo Basile lo pondrá a la disposición de los fieles la próxima misa de Nochebuena, de cara a su adoración pública como momento principal del oficio.