Relicario bizantino realizado por la joyera Ana Cerrejón con pintura de Israel López Mateos en su interior. La obra tiene dos fuentes de inspiración: el interior de las iglesias ortodoxas -con su luz, sus espacios abiertos, sus bóvedas decoradas a base de mosaicos con inspiraciones doradas, su colorido, sus gigantes lámparas de cristal, sus iconos en hornacinas y con marcos ricamente decorados, etcétera- y el palio de la Virgen de la Concepción (Sevilla), una obra inspirada en la basílica bizantina de San Marcos en Venecia.

La pintura (5 cm) de esta miniatura (9 cm) es una copia libre realizada por López Mateos, licenciado en Bellas Artes, de "Adoración de los Reyes Magos", obra del artista madrileño Jerónimo Ezquerra (1660-1733) que se conserva en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

El relicario, concebido a manera de marco rematado con arcos lobulados, posee un amplio cromatismo de colores y variedad de gemas (zafiros, olivinas, granates), así como incrustaciones de perlas, nácar, madreperlas, etcétera. El metal usado es la plata de ley, con oro y acabado en chapado de oro fino.

Algunas de las perlas son naturales y proceden de un antiguo collar. Vemos también una serie de piedras que se alternan con perlas cultivadas de botón rematadas en oro. Unos nácares, engastados en cabujón, unen el anverso con el reverso de la joya, dando paso a la luz que da contraste y aire a la pieza. El conjunto se remata con cañoncillo flanqueado por sendas perlas cultivadas, con remate floral de oro en su parte superior y tres colgantes con dos nácares y un ónix en su parte inferior.

Cerrejón regenta el taller "Mi joyera Ana". En el interior de la pintura de López Mateos ha sido introducida una pequeña porción de Tierra Santa, traída de Belén y bendecida, lo que convierte esta joya en un relicario.