NUEVA OBRA DE MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ JURADO

Con información del autor (27/10/2020)


 

 

Quiero agradecer a la Hermandad del Resucitado de Doña Mencía (Córdoba) la oportunidad que me ha dado para realizar una obra de estas características, porque aunque me encuentre en mi elemento, el arte, esta es una obra compleja y difícil de desarrollar. Una obra a la que me enfrentó cargado de ilusión y responsabilidad por no defraudar las altas expectativas e ilusiones que su Junta de Gobierno ha depositado en este proyecto.

Dice San Pablo que si Jesucristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. Es el centro de la fe cristiana: no creer en un muerto, creer en alguien que ha muerto y ha vencido a la muerte, que ha resucitado y está vivo en medio de nosotros. La imagen del Cristo resucitado nos recuerda siempre este misterio fundamental de la fe cristiana.

Cronológicamente, parece el final de la celebración de la Semana Santa, de hecho lo es, normalmente es la última procesión que cierra el cortejo procesional de las cofradías de penitencia, pero aunque sea la última procesión, es el principio de todo. Con Cristo resucitado comienza una vida nueva, comienza una etapa, comienza una esperanza para la vida de toda persona, la esperanza de un mundo mejor, de hacer las cosas mejores, de hacerlas con alegría, porque el final no es la muerte, es la vida.

La vida en plenitud con Jesucristo que ha venido, que ha resucitado. Esto representa la imagen de Cristo resucitado. Rezamos a Cristo en esa imagen porque sabemos que está vivo entre nosotros. Esa presencia real y verdadera de Cristo en medio de nosotros está en su Iglesia, en su Espíritu Santo, en los sacramentos, en el corazón de los creyentes, porque es la motivación que nos mueve para luchar y tener esperanza. Nuestra meta está en el cielo, dónde Cristo ha inaugurado una vida nueva porque ha resucitado.

Con estos fundamentos he trabajado para crear esta obra, una obra con unción, una obra que llegue al alma de quien la contemple, que sirva de vehículo para la fe, pues no es solo una escultura, es una obra de imaginería, una obra no del hombre para el hombre, sino del hombre para Dios. Y si he conseguido transmitir esto, habré logrado el fin que todo imaginero debe pretender.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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