La última obra del artista sevillano es también su primera titular letífica para una hermandad. Se trata de la talla de Nuestra Señora del Santo Rosario que acaba de ser presentada y bendecida como titular de la cofradía almeriense de la Esperanza Macarena, cuyo modelo cultual y estético es la famosa corporación sevillana.

El autor concibe a la Virgen como una niña, despertando a la adolescencia, que sostiene en brazos al Hijo de Dios, fruto bendito de sus entrañas. Un Niño risueño al que María ofrece su protección con la seductora ternura de su mirada, estableciendo ambos un diálogo de amor a través de sus ojos.

El conjunto, que pese a su advocación se aparta notablemente del venerado por la cofradía de la Madrugada hispalense -con el Niño dormido mientras María lo presenta a los fieles-, posee decorativo realismo, formas sinuosas y teatralidad en las poses, todo ello heredado del barroco sevillano del siglo XVIII.

Ambas imágenes fueron mostradas en la basílica de la Esperanza Macarena (Sevilla). Se encuentran talladas en madera de cedro real, y policromadas mediante diversos tonos y veladuras al óleo. El magnífico conjunto de orfebrería que lleva ha sido realizado por Jesús Iglesias. La vestimenta ha corrido a cargo de Álvaro Abril.