La talla de Santa Ángela de la Cruz está realizada en madera de cedro real, con una altura de 40 cm, para la devoción particular de una familia del municipio sevillano de Fuentes de Andalucía.

Iconográficamente he representado a la santa sevillana vestida con el severo hábito de la Congregación que ella misma fundó en el año 1875. A su vez, porta en su mano derecha los evangelios (los cuales constituyeron la firme guía que trazó su existencia) mientras que en la izquierda alza (a la vez que dirige su mirada hacia ella) la cruz, símbolo del sacrificio que caracterizará su vida.

Artísticamente he querido reflejar a la cariñosamente apodada "Madre Angelita" apartándome de la idea de mujer anciana, para acercarme a la que debió ser la plenitud de su madurez física, en torno a los 50 años, como símbolo del firme legado que nos regaló gracias a la fundación de las Hermanas de la Cruz.

Por todo ello, tanto en el modelado del rostro y las manos busco el naturalismo propio de un retrato; acentuado mediante una policromía mate (técnica muy defendida por el gran pintor Francisco Pacheco) aplicada en dichas partes. Sin embargo para los ropajes me he decidido por una capa pictórica con más brillo; buscando conjugar junto al naturalismo ya mencionado, ese halo o unción sagrada que toda imagen devocional debe tener.