Se trata de una talla del Niño Jesús que mide, en su conjunto, 80 cm de altura: 60 cm la figura, más los 20 cm de la nube con tres cabezas aladas de querubines. La escultura ha sido realizada en madera de cedro real y policromada mediante veladuras al óleo, siguiendo las técnicas de la escuela barroca sevillana para obtener los tonos nacarados y matices deseados tan propios de este tipo de policromías.

El modelado de este Niño, cuyo boceto fue presentado en La Hornacina el 6 de abril del pasado año (ver enlace) ha sido estudiado por el escultor e imaginero hispalense con la intención de plasmar, tanto el concepto barroco tan propio de tierras andaluzas, como una visión del cuerpo infantil más realista. Todo ello sin perder un ápice de la espiritualidad que requieren este tipo de obras.

La pieza corresponde a un encargo particular. Su destino será una colección privada de la ciudad de Sevilla. Se encuentra expuesta, desde el pasado 21 de marzo, en el coro de la Real Parroquia de Señora Santa Ana del barrio sevillano de Triana. Allí permanecerá hasta el próximo fin de semana (29-30 de marzo), coincidiendo con el septenario de la venerada imagen de Nuestra Señora de la Esperanza de Triana.