Como les informamos el pasado año, el escultor sevillano se encuentra realizando el nuevo conjunto escultórico -a excepción de las figuras del Crucificado y Santa María Magdalena- para la Cofradía de la Fe, con sede en la parroquia onubense de Santa María Madre de la Iglesia. Ayer fueron presentadas, en el Salón de Actos de la Fundación Cajasol, las dos primeras figuras de su producción: San José de Arimatea y un centurión romano.

Ambas son de madera de cedro policromada para vestir, aunque están completamente anatomizadas. San José de Arimatea lleva un atuendo diseñado por el propio imaginero, con tejidos adquiridos en Marruecos y varias localidades españolas. En total, son tres piezas de tela anudadas a la cintura por un fajín adornado con pedrería, destacando el abrigo sin mangas con capucha. Llama también la atención el estofado en oro fino de los zapatos tallados en la madera, signo de su alta condición económica, algo que también se manifiesta en el rutilante collar que lleva al cuello.

Respecto al centurión romano, muestra una espectacular coraza con hombreras y remates de cuero, cincelada por el orfebre sevillano Joaquín Ossorio, autor también de la orfebrería que lucen las tobilleras y las muñequeras, así como de la espada y el casco, rematado este último por penacho de largas plumas en tonos vino tinto, en alusión al color característico de la Cofradía de la Fe, que también aparece en la túnica del militar. Al igual que el santo, posee ricas veladuras sobre la clara encarnadura y dientes modelados en material protésico.

Muy pronto les ofreceremos una amplia galería fotográfica de estos dos varones, labrados en su madurez y con notable realismo por el reconocido artista. Procesionarán por vez primera el próximo Viernes Santo, junto al Cristo de la Fe, labrado por el escultor e imaginero Antonio León Ortega (1975), y Santa María Magdalena, obra del también onubense Elías Rodríguez Picón (2004), cuya disposición será modificada en el paso.

El grupo de Leal Bernáldez representa la concesión del permiso a los Santos Varones para descender el cuerpo de Jesús por la guardia romana, que experimenta por la fe la certeza de encontrarse ante el Hijo de Dios. Quedará concluido en 2011 con las figuras de Nicodemo y otro centurión romano. Actualmente, el escultor se encuentra llevando a cabo otro conjunto sacro: la Sagrada Mortaja de Cristo para Jerez de la Frontera.