NUEVA OBRA DE ANTONIO JOSÉ MARTÍNEZ RODRÍGUEZ PARA JUMILLA
Con fotografías e información de Juan José Casenave Clemente (03/05/2009)
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El Cristo de la Buena Muerte es un Crucificado muerto en la cruz que el escultor e imaginero jiennense, afincado en Madrid, Antonio José Martínez Rodríguez ha realizado para el cortejo penitencial de la Real Hermandad de Jesús Prendido, de la localidad murciana de Jumilla.
Sujeta a la cruz por tres clavos, la imagen se halla labrada en madera de cedro policromada al óleo, con la cabeza inclinada hacia delante y ligeramente a la izquierda, los brazos bastante rectos, y la desnudez cubierta por un perizoma muy estrecho y ceñido, plegado al centro.
El modelado de la cabeza, muy parecida a la de su homónimo onubense, muestra los ojos semicerrados, rictus sereno, barba bífida y cabellera pegada a un cráneo tocado con corona de espinas superpuesta.
El tratamiento anatómico del cuerpo es delicado y certero, sin efectismos innecesarios, destacando la esbeltez de sus miembros, el giro que toman las piernas inertes hacia el lado izquierdo y la suavidad de los detalles del torso. Pese a medir sólamente 70 cm de estatura, da la impresión de ostentar un mayor tamaño gracias a la grandiosidad de sus proporciones.
Es un Cristo moderadamente lacerado, ya que si bien no han sido resueltas con demasiada crudeza las señales de cardenales, contusiones y latigazos, resultan muy abundantes los caudales de sangre que parten de las cinco llagas de la Crucifixión; especialmente la del costado, muy abierto tras la lanzada. Un gran reguero de sangre surge también de la frente, como consecuencia de los afilados pinchos de la corona, y se pierde por la espalda.
Pulsando en el icono que acompaña la noticia, podrán ver más fotografías de una efigie que fue presentada la pasada Semana Santa, con motivo de la estación de penitencia de la mencionada corporación.
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