Hablamos de una Mater Dolorosa adquirida por la Hermandad de la Preciosísima Sangre de Valladolid. La advocación que tendrá será "Virgen de la Caridad", y es intención de dicha corporación penitencial que sea bendecida después de la Semana Santa de 2018, recibiendo culto en la Iglesia de Santa María de la Antigua.

Esta efigie de candelero para vestir a tamaño real (179 cm) representa a María llorando por la muerte de su hijo, mostrando un dolor sosegado, alejado de los simulacros dramáticos -casi podríamos decir que hasta dulcificado-, a través de un bello semblante juvenil y unas manos que se alzan encrespadas sobre el pecho para enjugar sus lágrimas, que son de cristal, el único postizo que lleva junto con las pestañas superiores.

Ha sido tallada por Martín Hernández en madera de cedro. Posee encarnadura y ojos azules policromados al óleo con apreciable naturalismo. Como particularidad, destacar que la presente escultura será la primera Virgen Dolorosa de escuela sevillana y/o andaluza en ser adquirida por una cofradía de la ciudad de Valladolid.