Es para mí todo un honor presentar y mostrar la nueva obra del escultor e imaginero alicantino Joaquín Mayans Ruiz, para la que he realizado las vestiduras de esta imagen de la Virgen en su Inmaculada Concepción en colaboración con su autor. Agradecer enormemente la confianza.

Joaquín me propuso el proyecto, dándome desde el primer día total libertad para poder trabajar y plasmar sobre su obra -siempre sobre su idea de terminación de la misma- mi ideal de Inmaculada, siendo este el maravilloso resultado, una Inmaculada que en apariencia recuerda las imágenes de talla completa de ricas policromías y estofados, muy usados entre los siglos XVI y XVII, donde se representa la aparición de la Virgen en el relato del Apocalipsis (Ap 12, 1-17), como una mujer vestida de sol, envuelta en un manto azul celeste estrellado, y apoyada sobre la esfera terrestre y una media luna, pisando la cabeza de la serpiente -representación del diablo- que porta en la boca el fruto de la tentación, siendo María el símbolo redentor del pecado original.

Sobre estos elementos y sobre una nube se apoyan cuatro cabecitas de ángel que, en diferentes actitudes y expresiones, adornan la peana. Todo el conjunto que luce la imagen se ha elaborado en antiguas telas de seda con motivos florales y vegetales, bordados en canutillo de oro y moaré.