ARTES Y OFICIOS EN LA NUEVA ESPAÑA
29/11/2007
Después de casi 10 años sin cambios en su museografía, el
Museo Nacional del Virreinato (MNV), en Tepotzotlán, Estado de México, anunció
que concluyó la renovación de la sala de exposición permanente Artes y
Oficios en la Nueva España, que será reabierta hoy, en la que
con un acervo de más de 100 objetos que datan de los siglos XVI al XVIII, se
brinda un nuevo acercamiento al antiguo mundo laboral novohispano.
Se trata de la actualización de la antes llamada sala de Gremios Novohispanos, cuyos guiones museográficos y científicos no habían tenido modificaciones desde 1998 y este proceso forma parte de la reestructuración integral del MNV que el Instituto Nacional de Antropología e Historia efectúa desde hace dos años.
En conferencia de prensa, Cecilia Genel Velasco, directora del MNV, informó que esta es la segunda sala de exhibición permanente que se renueva -después de Monjas Coronadas en el 2006-, cuya actualización representó una inversión de 600.000 pesos. Señaló que con base en estudios de público, la restauración y mantenimiento de los espacios, revisión del guión museográfico y selección de piezas, la exposición permanente Artes y Oficios en la Nueva España, se organiza en siete unidades temáticas: Los Gremios y las Ordenanzas; El Taller y la Tienda; Las Cofradías Gremiales; Pintores y Doradores; El Taller de Loceros; El Taller de Impresores y Escultores y Entalladores.
En el primer módulo, Los Gremios y las
Ordenanzas, se
brinda una semblanza de cómo en la Nueva España, estos grupos se asentaron
principalmente en la ciudad de México y la forma en que tuvieron que adaptarse
a la realidad americana, por ejemplo, a la integración de la población indígena
y esclava en el ámbito laboral. Asimismo, se presenta una relación de más de 40 artes y oficios
como el de agujeros (hace o vende agujas), guarnicioneros (hace o vende sillas
y aderezos de caballos), loceros (hace o vende loza), odreros (curte cuero de
cabra para guardar aceite o vino), sayaleros (teje o vende sayales: tela de
lana burda), entre otros. De igual forma se detalla la organización jerárquica que tenía
cada gremio, que estaba conformada, por citar algunos, por los clavarios
o tesoreros, que eran los encargados de guardar las contribuciones de los
agremiados para las celebraciones o gastos de diligencias; o la Junta de
gobierno que era el órgano integrado por los maestros de mayor renombre y que
asesoraban al sector afín. En el ámbito normativo, las reglas que regían a cada gremio en
los aspectos técnicos y administrativos eran las llamadas ordenanzas. De éstas
emanaban los estatutos de cada oficio que debían ser ratificadas por el
cabildo de cada ciudad o por el virrey para ser reconocidas. “La mayoría de las ordenanzas novohispanas fueron expedidas en
el siglo XVI y varias fueron copiadas de las españolas, además llevaban un título,
por ejemplo, la de El Arte Mayor de la Seda”, detalló Zaragoza
Reyes, al referir que cada una de ellas contenía preceptos o reglamentos que
tenían como fin controlar los materiales utilizados en cada oficio, el precio
y la calidad, también establecían los requisitos necesarios para otorgar el
derecho a tener una tienda pública.
El Taller y la Tienda es la
segunda unidad temática en la que se habla de ese espacio fundamental para la
producción, el cual además fue el lugar de trabajo y espacio de aprendizaje
donde convivían el maestro, los oficiales y aprendices a partir de un contrato
establecido. Estos establecimientos se asentaron en determinadas calles, plazas
y barrios de la antigua ciudad de México. En este módulo se exhiben ornamentos litúrgicos bordados con
hilos de oro, plata y seda, así como piezas elaboradas por plateros.
En el tercer módulo, Las Cofradías Gremiales, se
ofrece un amplio recorrido por este tipo de asociaciones de fieles reconocidas
por la iglesia y con reglas propias, mismas que se encargaban de promover la
vida cristiana, actos devocionales y obras de asistencia caritativa. “Todos los oficios tuvieron su propia cofradía y estaban bajo
la protección de un santo patrono, y cada agrupación era responsable de
celebrar la misa, procesión y fiesta en su honor”, precisó. Algunos ejemplos de ello son: el gremio de los tejedores y
algodoneros tenían como santo patrono a la Virgen de la Purísima Concepción,
cuyo día de fiesta era el 8 de diciembre y tenía como sede el Convento de la
Merced; mientras que los zapateros rendían culto a la Sagrada Familia y los
albañiles a la Santa Cruz cada 3 de mayo.
Los artífices del oro y el pincel son abordados en la cuarta
unidad temática, Pintores y Doradores, donde se explica que este
gremio fue establecido en 1557 y con él se originó el trabajo colectivo al
reunir dos sectores laborales, en este caso para la creación de retablos. En el siglo XVII se aprobaron nuevas leyes que exigían el
conocimiento de teoría y práctica necesarias para ejercer el oficio, mientras
que hacia el primer cuarto del siglo XVIII, las ordenanzas habían perdido
fuerza y los pintores comenzaron a reunirse en “academias”.
El quinto módulo dedicado al Taller de Loceros, muestra
la importante tradición alfarera con origen en la época
prehispánica. En 1653 se emiten las ordenanzas del gremio en Puebla y años
después en la ciudad de México, ambas establecen tres géneros de
loza: fina, amarilla (mayólica o Talavera) y común (vidriada a base
de plomo).
El sexto módulo El Taller de Impresiones, ofrece un
amplio recorrido cronológico de los orígenes y expansión de la imprenta en
el mundo y en la capital del virreinato novohispano, México, que fue el primer
lugar del continente en contar con talleres tipográficos a partir de 1539.
Escultores y Entalladores es la séptima y última unidad temática que aborda este gremio
que tenía como materia prima principal a la madera. Fue en 1568 cuando se
dieron las ordenanzas para estos oficios en México, sin embargo por conflictos
entre escultores y carpinteros, en 1589 se dio una nueva reglamentación que
determinó que los primeros solo se dedicarían a elaborar esculturas y los
segundos retablos.
La historiadora añadió que como parte de la renovada museografía
de la sala Artes y Oficios en la Nueva España, se han incluido un
video introductorio, juegos interactivos, cédulas que ayudan a apreciar el
contenido estético de pinturas, esculturas y cerámica, además de cuadros con
texturas que se podrán tocar como un pergamino, un óleo sobre tela, un
estofado y otras experiencias táctiles que el público siempre desea hacer.
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