La última creación escultórica que acaba de terminar Luis Molano Mérida es su primera Virgen Dolorosa completa de creación propia. Según nos comenta el joven escultor e imaginero sevillano, "se trata de una obra algo más pequeña del natural (mide 150 cm de altura) y la tengo a la venta en mi estudio".

Es una dolorosa de corte clásico, donde prima la espiritualidad y la serenidad que transmite a través de su tristeza, sosegada y juvenil, sin caer en una idealización excesiva.

Esta imagen mariana ha sido tallada en madera de cedro real dorado de Brasil en la cabeza y las manos, pino de Flandes en el cuerpo y el candelero, y brazos articulados de bola en hombros, codos y muñecas en madera de sipo. Ha sido policromada al óleo fino sobre esmaltes, y cuenta en su mascarilla con ojos de cristal de color miel, cinco lágrimas realizadas en cristal de Sicilia y pestañas superiores de pelo natural.

Ha sido vestida por Juan José Dorado Espinosa, natural de Martos (Jaén), con una mantilla propiedad del artista y ropajes de terciopelo burdeos cedidos por la hermandad marteña de la Santa Vera Cruz.