NUEVA OBRA DE FERNANDO MURCIANO
Con información de Juan Miguel González Gómez (25/06/2012)
Esta efigie de Niño Dios mide 48 cm de altura y se halla labrada en madera de cedro. La nube sobre la que luce simula un trozo de cielo donde vemos cinco cabezas aladas de querubines y el orbe hollado por sus plantas. La figura, en bulto redondo y totalmente desnuda, aparece dispuesta sobre peana circular. Está policromada al óleo, presentando además la nube celestial labores de dorado y estofado. La cruz que lleva en su mano izquierda, símbolo de su futura Crucifixión, indica su pertenencia al tipo pasionario, aspecto que queda subrayado por las lágrimas que surcan su afectado de rostro, realizadas en cristal al igual que sus ojos enmarcados por finas pestañas superiores. Como suele ser habitual en estos piadosos simulacros infantiles posee jugosa anatomía y sonrosadas carnaciones. Su total desnudez posee un triple significado: el estado natural del hombre recién nacido, la carencia de bienes y posesiones terrenas y la pureza e inocencia de su persona. La obra, cuyos atributos de plata son antiguos y anónimos, fue expuesta en las pasadas fiestas del Corpus Christi de Sevilla, en un escaparate comercial de la céntrica calle Francos, corriendo la decoración del mismo a cargo de David Calleja. |
FUENTES: A.A.V.V. Catálogo de la Exposición Universitas Hispalensis:
Patrimonio de la Universidad de Sevilla, Sevilla, 1995, p. 58.
Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.
www.lahornacina.com