La Iglesia del Monasterio de San Sebastián de Orihuela (Alicante) cuenta, desde el pasado 22 de Abril de 2010, con un nuevo retablo para su altar mayor.  Las obras se iniciaron el 21 de Diciembre de 2009 a cargo de la empresa Doalco, que también se encargó un año antes de la restauración de la iglesia. Con estas actuaciones a favor del patrimonio oriolano, la comunidad religiosa de las Madres Agustinas ha apostado fuertemente por conservar y aumentar la rica herencia cultural de la que es depositaria.

El referido retablo procede de la Iglesia de Santa Susana del municipio vizcaíno de Durango. Debido a su cierre, la Orden Agustina ha decidido trasladarlo a Orihuela. Se trata de un retablo encargado en el año 1896 e instalado entre 1901 y 1902, realizado por el escultor bilbaíno Vicente Larrea Aldama (1852-1922).

Según analiza el cronista oficial de Orihuela, Antonio Luis Galiano Pérez, en la publicación que para tal ocasión se ha editado (GALIANO PÉREZ, Antonio Luis. Retablo de Nuestra Señora de la Consolación de la Iglesia de San Sebastián de Orihuela, 2010, pp. 18-21), el conjunto se compone de tres elementos independientes: el retablo del altar mayor y dos retablos laterales, siendo todo de estilo neobarroco, en pino dorado y policromado.

El retablo que preside el altar mayor está compuesto por tres calles. La central se halla presidida por la imagen de Nuestra Señora de la Consolación, y las laterales por San Sebastián (izquierda) y Santa Rita de Casia (derecha). El ático lo conforma un Calvario. Los retablos laterales mantienen el mismo estilo y en sus hornacinas se veneran las imágenes de San José (lado del evangelio) y San Agustín (lado de la epístola).

Se trata de una de las aportaciones al patrimonio oriolano más importantes dentro de las realizadas en los últimos años, y de ella se han hecho eco hasta ahora diferentes medios de comunicación locales.