Un bello San Juan Evangelista para la localidad de Villalbilla, en la Comunidad de Madrid, es la última obra salida del reconocido y prestigioso taller del joven escultor de Calasparra (Murcia).

La escultura estará ubicada en el retablo de estilo rococó del patrón de los vubilleros, el Santísimo Cristo de la Guía, formando calvario con la imagen de la Virgen Dolorosa, en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, monumental templo que tiene su origen en el siglo XVI, con el fin de verlo desfilar por las calles del municipio en los cortejos procesionales a partir de este año.

La obra de talla completa y tamaño natural, con pestañas naturales en los párpados superiores, ha sido trabajada en madera de cedro, con las policromías acabadas al óleo y las encarnaciones al pulimento.

El escultor nos presenta un santo joven, apuesto y gallardo, casi adolescente, con la mirada fija en la escena que transcurre en el Calvario, señalándola con su mano derecha. Se encuentra descalzo en actitud itinerante, con la intención de mostrar a los fieles el camino que deben seguir: el de la Crucifixión del Maestro. Su rostro sereno, de facciones atractivas y delicadas, transmite tranquilidad y paz a pesar de ser testigo de un terrible acontecimiento. La fina melena se enreda en algunas zonas formando simpáticos rizos. Las patillas de un vello púber empiezan a tomar forma, mientras que el bigote y la perilla son casi imperceptibles.

El manto, de un intenso rojo, se halla recogido sobre el hombro y sujeto con el cinturón dorado. La túnica, de un suave color verde con decoración que imita un espolín salpicado de motivos florales, muestra cierto aire neoclásico propio de los cánones de la imaginería madrileña del siglo XVIII. De ella asoma una camisola blanca. El conjunto de prendas queda rematado con una cenefa dorada a la altura de los pies.