El pasado 15 de marzo se bendijo en la Basílica de la Purísima de Yecla la imagen del Santísimo Cristo Resucitado, obra del escultor e imaginero José María Molina Palazón, natural de la villa murciana de Blanca.

Molina Palazón presenta con este Cristo su primera escultura de talla completa, labrada en madera de cedro real, policromada al óleo, de suave modelado, desnudo, cuya belleza física, en palabras de su autor, "es reflejo de la belleza moral"; con contraposto, en diálogo perpetuo con el fiel a través del brazo diestro extendido, "haciéndole llegar el mensaje de eterna paz", nos cuenta el artista murciano.

Con el brazo izquierdo sujeta la cruz, símbolo de su salvífica redención. Con el fin de dinamizar la obra, el Redentor, de cándida mirada y cabello ensortijado con potencias, inclina dulcemente el cuello en actitud de diálogo. El paño de pureza es movido y cordífero, y la nube aparece sobre peana plana con imitación marmórea.

Si pulsan en el icono, podrán ver más fotografías de la última creación de Molina Palazón, joven escultor influenciado por las maneras de maestros clásicos, como Francisco Salzillo o Juan González Moreno, y contemporáneos, como Francisco Romero Zafra o José Hernández Navarro, de quien fue discípulo. Su obra ha podido verse en varias exposiciones de escultura religiosa, caso de la Bienal de Espartinas (Sevilla).