Esta obra del imaginero malagueño Juan Manuel García Palomo para el municipio malagueño de Cañete la Real viene a rememorar la efigie de la Virgen de la Aurora, antigua patrona de la Villa, antes de su parcial destrucción -solo se conserva el juego de manos- durante los disturbios de 1936. Dicho simulacro, relacionado con el prestigioso escultor sevillano Pedro Duque Cornejo, llegó a Cañete la Real en 1740.

Un grupo de jovenes cañeteros, tras un largo proceso de dos años, han sido los encargados de recuperar la advocación perdida tras la Guerra Civil. La nueva imagen de García Palomo, labrada a tamaño natural, es de candelero para vestir, con grandes ojos verdes de cristal en su idealizado rostro, gesto muy comunicativo con el espectador y morenas carnaciones. De pelo natural son la peluca y las pestañas superiores.