El artista gaditano vuelve a cultivar la iconografía del Niño Dormido con esta obra en terracota policromada para una capilla del municipio malagueño de El Rincón de la Victoria, propiedad particular de Julio Zamora Bermúdez. Al igual que el realizado hace tres años para El Puerto de Santa María (ver enlace), localidad natal del autor, es una pieza de 50 cm labrada con gran realismo por petición expresa del propietario.

Cuando el Niño Jesús se representa dormido puede ser parte de un Nacimiento o haber sido concebido como figura aislada, como es el caso, adoptando una postura mucho más naturalista, tal como si fuera un recién nacido dormido, que el belenístico, cuya actitud suele estar determinada por su condición divina y redentora. Algunas veces el Niño Dormido toma un cariz alegórico al figurar junto a una cruz o una calavera.