Son las esculturas de la Virgen María, San José y el Niño Jesús, talladas íntegramente en madera de cedro a tamaño natural, policromadas al óleo con el acabado realista propio del escultor gaditano, y vestidas con ropas naturales por el diseñador David Calleja. Forman un grupo de la Sagrada Familia, aunque el Patriarca, por un lado, y María sujetando al pequeño Jesús, por otro, han sido colocados en altares separados.

Su destino es la Iglesia de Santa María de Siloam Springs, población de Arkansas (Estados Unidos) con fuerte presencia hispana. Las imágenes se exportaron mediante transporte aéreo, debidamente embaladas en cajones hechos a medida, siendo bendecidas con la presencia del escultor el pasado 15 de agosto, día en que dicho templo celebró no solo la Asunción, sino también su 33 aniversario como parroquia.

San José muestra expresión de alborozo frente al deífico Niño, de ensoñadora mirada como la Madre, que parece ofrecerlo con ambas manos al espectador. Como atributos el santo lleva vara florecida, y María corona mural y aro de doce estrellas. A pesar de tener varias obras de imaginería repartidas por diversos puntos de la geografía española, es la primera vez que Ángel Pantoja lleva a cabo un conjunto para fuera de nuestras fronteras.