Imagen de talla completa de 1 metro de altura, labrada por el escultor sevillano Rubén Fernández Parra en madera de cedro policromada al óleo. Ha sido realizada por encargo de la Postconciliar Hermandad y Seráfica Cofradía de San Francisco de Asís, Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza, para recibir culto en su céntrica capilla de la capital onubense.

Hablamos de una traslación escultórica del famoso retrato pictórico que el granadino Hernández llevó a cabo del beato Fray Leopoldo de Alpandeire, religioso consagrado a los pobres con fama de hacedor de milagros. Muy venerado en Andalucía, el anciano capuchino aparece de pie y con los brazos cruzados, cargando con las alforjas en las que recogía los alimentos que luego repartía entre los más necesitados.