Copia de la Virgen de la Trinidad -titular mariana de la popular Cofradía del Cautivo- para una colección particular malagueña, modelada en barro cocido y policromado al óleo con una altura de 82 cm.

Al igual que la Dolorosa tallada en madera por Francisco Buiza Fernández en el año 1968, este dramático simulacro inclina levemente la cabeza hacia el lado izquierdo y dirige la conmovedora mirada hacia el suelo. Reproduce fielmente los singulares grafismos plasmados por el artista carmonense: ojos grandes y expresivos enmarcados por arqueadas cejas, nariz de tipo hebraico, boca entreabierta con la lengua y la dentadura perfectamente talladas en su interior, prominente mentón que anticipa un cuello contraído por el sufrimiento, y manos extendidas para portar un pañuelo y un rosario.

La copia de Juan Manuel Parra Hernández comparte también con el venerado icono original, realizado por Buiza a tamaño natural con una altura de 168 cm, su condición de imagen de candelero para vestir.