Se trata de un sayón tallado en madera de cedro que formará parte de un conjunto escultórico que representará la Flagelación de Cristo, para el que también ha labrado el joven escultor e imaginero moronense Parra Medina dos figuras de soldados romanos que les presentaremos después de la próxima Semana Santa.

Látigo en mano y vestido con el escueto atuendo propio de su rango, el sayón inflige con inusitada rabia el castigo. Debemos suponer por tanto que Jesús, azotado y maltratado con tanta fiereza, habría quedado reducido a un estado lastimoso, pues los soldados, como pone de manifiesto esta obra, eran muy crueles con sus víctimas. Es por ello que Pilato lo saca fuera a presencia de los fariseos, no para inspirarles sentimientos de compasión, sino para hacerles ver lo ridículo de su ensañamiento contra aquel rey de burlas.

A través de la imagen superior, tendrán acceso a una extensa galería fotográfica, realizada por David Bocanegra, de un simulacro de tamaño natural y completamente anatomizado, que incluye no sólo instantáneas de la imagen terminada, sino también de su proceso de ejecución, en el que se empleó la talla directa en madera.