NUEVAS TALLAS DEL TALLER PEŅALBA
13/04/2010
Hablamos de una pareja de ángeles pasionistas, tallados en madera de cedro real policromada, dorada y plateada, con carnaciones al pulimento. Ambos miden 50 centímetros de altura y están destinados a acompañar en su peana a la imagen del Cristo de la Humildad, de la Hermandad de la Santa Vera+Cruz de Linares (Jaén), que, recuperando una antigua iconografía (ver fotografía inferior en esta misma página), completará el conjunto con dos ángeles más. Se han interpretado carentes de instrumentos de Pasión, expresando con sus gestos y actitudes un hondo sentimiento de dolor que cumplimenta a Cristo en el momento posterior a la Flagelación. De anatomía muy movida y pormenorizado estudio de carnes y pliegues, aparecen en inestable equilibrio, siguiendo un concepto muy barroco, tan sólo apoyados levemente en sendas peanas a modo de pilarcillos cuadrangulares de caras acanaladas. El acusado gesto de pena se ha interpretado, no obstante, como insinuado sollozo más que como llanto desatado, aunándose la dulzura de los rostros con un gesto expectante y dolido, apenas intensificado en uno de ellos con una lágrima que resbala por su mejilla. Los rostros son ovalados, de generosos carrillos, menuda nariz y delicadas barbillas. Las bocas son carnosas, las frentes amplias y los ojos grandes y redondeados, muy expresivos. Las cabelleras se han trabajado a base de airosos mechones, mediante valientes gubiazos que sugieren movimiento y ligereza. Del mismo modo las alas aparecen talladas de manera irregular, figurando plumitas desordenadas. La anatomía muestra generosos volúmenes que potencian las estudiadas composiciones, las cuales consiguen moderada expresión de movimiento, a la vez que de levedad, gracias al rebuscado contraposto. Se cubren con telas de plegado prolijo, que valoran tanto el claroscuro como la diferenciación de materias. Los paños se sostienen con filacterias terciadas, dejándose caer de manera descuidada, lo que contribuye al efecto de levedad de los ángeles. Pulsando en el icono superior, verán más fotografías de unas piezas cuyas carnaciones, realizadas al óleo siguiendo la técnica de veladuras, son claras, brillantes y con delicados matices sonrosados y tostados por partes. Los cabellos se han gradado potenciando sus volúmenes. Los fundidos de cejas, bocas, pestañas y arreboles fomentan la delicadeza infantil. Los toques de oro y plata en alas y filacterias, junto al uso de tonos rosados y verde-azulados en los paños, y a las labores de rallado y "ojetes" con que se han tratado distintos detalles, dan notas de gran atractivo. Las peanitas se han marmoleado con vetas tostadas sobre fondo cremoso. |
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