La última creación del escultor e imaginero de Palma del Río (Córdoba) es una Virgen dolorosa con la advocación de la Soledad para la Pro-Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y San Sebastián Mártir de su localidad natal. La imagen ha sido presentada y bendecida en el templo palmeño de la Asunción.

Esta obra viene a ser la titular mariana de la refundada cofradía del mismo nombre, de la que afortunadamente se conservan los documentos originales. Dicha corporación de penitencia se fundó en el siglo XVI y se extinguió en la posguerra civil tras la pérdida de su imagen en los disturbios de 1936.

La dolorosa es de tamaño natural, tallada en madera de cedro con policromías al óleo, ojos y lágrimas de cristal, y pestañas superiores de pelo natural. Los delicados rasgos aniñados y la idealización del rostro restan crudeza al dolor de María. Las fotografías que acompañan la noticia son obra de Luis Pinelo, vestidor de la imagen.