Enrique Salvo Rabasco, historiador del Arte y restaurador malagueño, acaba de presentar la restauración del Cristo Yacente de Macael (Almería), una obra del siglo XX en madera tallada y policromada que se relaciona con el taller valenciano de Rabasa y Royo. Recibe culto en la Parroquia de Santa María del Rosario de dicha localidad.

Se trata de una magnífica obra que se encontraba en un estado de conservación bastante precario, fruto del paso del tiempo, la oxidación de los barnices, repintes e intervenciones anteriores poco afortunadas, así como la exposición a zonas poco estables a nivel termohigrométrico.

La restauración de Salvo Rabasco ha consistido en la limpieza de la escultura, eliminación de repintes y añadidos, y recuperación de valores cromáticos y escultóricos originales, así como la consolidación de las zonas con riesgo de desprendimiento, reintegración matérica y cromática, y protección final frente a agentes atmosféricos.

Asimismo, el restaurador ha estabilizado las articulaciones, pues esta figura de Cristo Yacente sigue siendo utilizada para llevar a cabo la vernácula ceremonia del desenclavamiento y deposición de Jesús en el Sepulcro.