El escultor valenciano acaba de entregar una escultura de San Antonio Abad para la parroquia homónima de la localidad de Sant Antoni de Benaixeve (Valencia). Ha sido tallada en madera de ciprés, con una altura de 105 cm, patinada con cera de abeja, a madera vista. La técnica es muy similar a la que muestra el colosal Cristo Resucitado que preside el altar mayor del templo, obra también de Ricardo Rico Tormo (2012-2013).

El autor insiste en la preponderancia del volumen sobre el color, siendo éste protagonista secundario por la sobriedad cromática que imprime a la escultura. El hecho de que sea un San Antonio tan joven, frente al tipo más habitual que lo muestra anciano y de larga barba blanca, fue decisión de Alberto Caballer, el sacerdote que ha promovido el encargo, pues prefería una representación del santo en los comienzos de su vida ascética.