Nacido en el municipio de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), afincado en tierras gaditanas, pintor, y ahora también dedicado al arte de la imaginería de la mano de Ángel Pantoja y Ana Rey, Eduardo Sánchez Aranda presenta ahora su primera obra importante en el ámbito de la escultura sacra: una Virgen Dolorosa de candelero para vestir con la advocación de la Amargura, cuyo destino es una colección particular.

Esta creación primeriza a tamaño natural (mide 171 cm de altura), realizada en terracota (cabeza y manos) y madera (candelero) con siete lágrimas de cristal y pestañas superiores de pelo natural en el rostro, debe mucho lógicamente al aprendizaje con los jóvenes artistas gaditanos, especialmente al estilo expresionista de rasgos realistas y maduros, acusado dolor y mirada elevada al cielo cultivado por Ana Rey en sus Dolorosas.