Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, ha visitado este lunes 31 de agosto la Iglesia del Convento de las Madres Agustinas de San Leandro de Sevilla, donde se encuentra El Bautismo de Cristo, una de las seis tablas en relieve situadas en el retablo mayor del templo, que ha sido restaurada gracias a la colaboración de la Fundación Cajasol dentro de un proyecto para la recuperación del retablo mayor del cenobio.

Con esta intervención, realizada por Carmen Bahíma (restauración y conservación) y Alberto Pérez Rojas (reposición de piezas perdidas), la tabla ha recuperado, sin duda alguna, todo el esplendor que tuvo en su día. Además, la restauración ha aportado una importante información gráfica sobre su ejecución.

El Bautismo de Cristo está realizada en madera tallada, estofada al temple sobre oro fino y policromadas al óleo las encarnaduras mediante la técnica tradicional del pulimento. Como vemos, su estado de conservación era muy deficiente. Era necesaria su intervención, especialmente en las cuestiones de adhesión de policromía.

Las seis tablas en relieve son unas obras realizadas por Jerónimo Hernández, de la escuela sevillana del siglo XVI, de estilo manierista. Estas obras proceden del retablo primitivo de la iglesia, contratado en 1582 por Jerónimo Hernández y Diego Velasco. La hechura de dicho retablo concluyó en el año 1585.

Aparte de los mencionados relieves, se conservan del antiguo retablo la imagen del titular (mide 183 cm de altura), ahora en el refectorio (imagen inferior), y el Cristo crucificado del ático, ahora en clausura.

Cuando se sustituye ese retablo por el actual se conservaron los relieves de Jerónimo Hernández. La traza y las esculturas del retablo barroco (1745-1748) que existe en la actualidad corresponderían a Pedro Duque Cornejo, mientras que el ensamblaje habría sido realizado por Felipe Fernández del Castillo.

Gracias a la colaboración de la Fundación Cajasol se ha conseguido devolver a la clausura, a la feligresía y a los ciudadanos la belleza y originalidad de una obra que vio la luz hace casi cinco siglos. En dicho cenobio se atribuye también a Jerónimo Hernández la imagen de la Virgen de la Granada (hacia 1575) por sus paralelismos con la Virgen de Belén que hizo para Villalba del Alcor (Huelva), destruida en 1936.

El escultor Jerónimo Hernández (Ávila, hacia 1540 - Sevilla, 1586) es la personalidad más destacada dentro del manierismo sevillano y quien consolida y orienta definitivamente la gran escuela sevillana de escultura.