Niño Dios Triunfante. Obra realizada en barro cocido (terracota) y policromada al óleo pulimentado. Mide unos 60 cm de altura. Presenta ojos de cristal pintados artesanalmente y pestañas superiores de pelo natural. La imagen está inspirada en modelos de la Escuela sevillana de los siglos XVII y XVIII.

El cojín que le sirve de base ha sido tallado en madera de cedro y dorado al agua con oro fino, con su posterior estofado al temple al huevo y cincelado del oro, presentando una rica y colorida ornamentación inspirada en los bordados eucarísticos, reflejando a su vez el carácter letifico y glorioso de la imagen.

Sin duda, esta obra es el reflejo de una importante evolución artística en el trabajo de su joven autor, natural de Cantillana (Sevilla). El Niño aparece sobre peana realizada por Javier González. Actualmente, López Rondón trabaja como colaborador en el taller del escultor Juan Bautista Jiménez en Triana.