RESTAURACIÓN DE ANA MARÍN LÓPEZ PARA SEVILLA
17/12/2024
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Comparativa. Estado final e inicial |
Los trabajos de conservación y restauración han sido llevados a cabo por la especialista sobre una pintura de caballete (óleo sobre lienzo) titulada Cristo atado a la columna con San Pedro. Emplazada en la capilla del Bautismo de la Catedral de Sevilla, también conocida como capilla de San Antonio, estos trabajos han sido realizados en dependencias de la Seo hispalense y se enmarcan dentro del plan anual de conservación del monumento promovido por el Cabildo Catedral. La restauración de esta obra, atribuida tradicionalmente al pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, ha desentrañado muchas incógnitas, permitiendo que podamos advertir detalles que anteriormente pasaban desapercibidos, tales como la técnica, los colores, la anatomía, etcétera. Antes de la restauración, el conocido investigador Pablo Hereza revisó la pintura con detenimiento, elaborando sus estudios durante todo el proceso. En esta labor de investigación, se han añadido novedades que han permitido al historiador trazar los pormenores en el recorrido de esta sugestiva obra de arte. Según Hereza, en un artículo publicado por la revista Ars Magazine, la obra que nos ocupa pertenece a la escuela sevillana del siglo XVII, pero no es de Murillo, sino de su discípulo Sebastián Gómez el Mulato, siendo una de sus creaciones primerizas, ejecutada a la luz de las enseñanzas y modelos de Murillo conocidos, lejos aún de la personalidad propia que desarrolló tras el fallecimiento del maestro. La obra restaurada podrá admirarse en la Sala del Pabellón Neoclásico, a la entrada de la Visita Cultural. Su restauración presenta un triple interés: por un lado, la propia recuperación de una obra de arte de alta calidad artística y prácticamente desconocida para especialistas y ciudadanía, y por otro, la historia de su donación por parte de los capuchinos -junto con el cuadro "El Ángel de la Guarda", esta sí obra de Murillo- y los interesantes deslizamientos atributivos. A lo anterior hay que sumar, ante la nueva documentación y testimonios historiográficos aportados por Hereza, de que Sebastián Gómez el Mulato era un pintor distinto a Sebastián Gómez el Granadino -hasta ahora se pensaba que, bajo esos dos apodos, hablábamos de un mismo artista-, de ahí que esta obra se convierta ahora en una piedra de toque de gran interés para distinguir las producciones de ambos pintores, hasta ahora confundidos. Gracias a la restauración realizada por Ana Marín López, emprendida por el Cabildo Catedral de Sevilla, y a las investigaciones llevadas a cabo por Hereza, se abre así un interesante debate para la resolución de una confusión historiográfica, recuperando además una obra para el patrimonio catedralicio y sevillano. |
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Comparativa. Estado final y fase de reintegración |
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