Dolorosa con la advocación de Nuestra Madre y Señora de la Merced y Trinidad, realizada por el escultor e imaginero cordobés para la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y Oración en el Huerto del municipio jiennense de Villacarrillo, que la ha recibido de manos de un donante anónimo.

Tallada íntegramente en madera de cedro, a excepción del candelero que es de madera de pino, esta última creación de Castellano ha sido realizada a tamaño natural (mide 164 cm de altura), con brazos articulados al ser una imagen de vestir. Lleva ojos pintados en unos tonos que mezclan el verde y el miel, así como pestañas superiores de pelo natural. De cristal son las cinco lágrimas que recorren sus mejillas.

Pertenece a un tipo de dolorosa-niña muy popular, con ojos grandes y expresivos y mirada frontal y perdida que refleja la aflicción por el tormento de Cristo y su futura muerte en la cruz, tal y como le predijo Simeón al presentarlo en el templo. Sus manos están abiertas sobre el pecho para sostener diferentes atributos.

Aunque la sede de la referida corporación de penitencia es la iglesia de Santa Isabel de los Ángeles, la nueva titular fue presentada y bendecida ayer en el templo de la Asunción. Para la ocasión lució numerosos estrenos, entre los que destaca una original saya bordada por R & J (Jaén). Su vestidor es el linarense Juan López.

Respecto a la saya, en técnica mixta sobre base de tisú beige y plata, posee un diseño en tisú de oro con diversas texturas, enriquecido con hojilla, canutillo, sedas y lentejuelas. Dibuja una hojarasca sobre la que figuran dos cadenas en alusión a la orden mercedaria, elemento que también define orillas y mangas. En la parte superior aparece una cartela con una alegoría bordada de la Trinidad, quedando así reflejadas las dos advocaciones.