La última obra labrada por el escultor e imaginero de Puente Genil (Córdoba) es Nuestro Señor Jesús de la Redención, una talla cuyo destino es la Real y Pontificia Archicofradía Sacramental de María Santísima Madre de Dios del Rosario y San Pío V, con sede canónica en el magnífico templo conventual de San Esteban.

Cuando su autor estaba tallando la imagen mariana de dicha corporación -su primera efigie de la Virgen con el Niño a tamaño natural-, manifiestó su deseo de incorporar a la Semana Santa de Salamanca el misterio de la Santa Cena, del cual carecía hasta este momento. Con el presente encargo, el artista no sólo fue escuchado por los cofrades de la ciudad castellana, sino que corre a su cargo la ejecución de tan ambicioso proyecto.

La imagen, según comenta Torres Romero a La Hornacina, está influenciada por "el David de Miguel Ángel, aunque llevado a mi terreno personal y al de la imaginería en la iconografía de Jesús". Concretamente, esta talla de concepción barroca -si bien muestra detalles fisonómicos manieristas que inspiró el propio Miguel Ángel- toma como modelo la inmortal obra del italiano a la hora de recrear el rostro y el contrapposto del cuerpo.

Al igual que su imagen de Madre de Dios del Rosario, el Señor de la Redención, representado en el momento de instituir la Eucaristía en la Última Cena con el vino en la mano, va a recibir culto en un gran convento -en él se debatió la primera propuesta de Colón y se organizó su segundo viaje a América-, rodeado de un valioso patrimonio sacro, de ahí que se haya realizado una pieza acorde con el rango histórico-artístico del entorno.

Pulsando en el icono, podrán ver más fotografías de un simulacro pensado para una corporación recientemente reorganizada y favorecida por San Pío V, fundador de la Festividad del Rosario en 1572, que cinco siglos después de obtener el título de Sacramental comienza una andadura penitencial con la procesión de la Santa Cena.