Grupo escultórico compuesto por dos sayones y dos militares romanos en madera policromada de tamaño natural. Ha sido realizado por el escultor malagueño para acompañar a la imagen de Nuestro Padre Jesús de Azotes y Columna, perteneciente a las populares Cofradías Fusionadas de su ciudad natal.

Representa el momento en que un soldado romano da el "alto" a la Flagelación de Cristo tras los treinta y nueve azotes reglamentarios. Uno de los verdugos acaba de dar el último golpe, mientras el otro observa complacido a un soldado romano de brazos cruzados que parece disfrutar con la sangría.

El suelo sobre el que se desarrolla la escena, concebida por el autor con el tradicional cariz teatral donde predominan la fuerza y la crueldad, está copiado del Lithostrotos, el patio del palacio de Pilato donde fue azotado Jesús y que aún conserva hasta dibujos de juegos con los que pasaban el rato los romanos.

Las piezas textiles han sido confeccionadas por María Domenech, mientras que la orfebrería ha sido cincelada por el taller Aragón y Pineda de Motril (Granada), que ha seguido un diseño elaborado por Alejandro Lepe y el propio Juan Vega Ortega. Los cueros artísticos proceden de Córdoba.

Por otro lado, Enrique Lamas ha llevado a cabo el suelo y el mobiliario del conjunto (mesa, silla, etcétera). Respecto a los flagelos, han sido rigurosamente reproducidos por Francisco Lamas. Por último, en la ejecución del pergamino que aparece semienrollado sobre la mesa ha colaborado Juan Alberto García Palomo.