NUEVA OBRA DE JUAN VEGA

Con información de Alfonso Muñoz y Juan Vega (07/03/2020)


 

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Imagen de un Sayón de talla completa y tamaño natural policromado al óleo, con destino a la cofradía antequerana del Mayor Dolor. Desde el próximo Miércoles Santo formará parte del conjunto escultórico en el trono con el Santísimo Cristo del Mayor Dolor, una talla de sobresaliente factura del escultor e imaginero Andrés de Carvajal (Fondón, Almería, 1709 - Antequera, Málaga, 1779).

Esta nueva obra viene a amoldarse a la iconografía del titular, el cual representa el momento de recoger las vestiduras después de la flagelación, es por ello que el Sayón aparece en actitud de descanso (apoyado en la columna) después de haber martirizado al Señor.

Como escultor, ha sido todo un reto acercarse a la figura del Cristo e intentar estar a la altura de una obra de excelente calidad artística, según comenta el artista malagueño Juan Vega a La Hornacina.

El brazo con el que el Sayón sostiene el fuste, vemos como ha quedado rígido y semicontraído (engarrotado podríamos decir) señal del esfuerzo físico usado durante la flagelación, y que se palpa también sobre todo en la mano y la fuerza con la que agarra el flagelo.

La mano que reposa en la columna denota el cansancio del momento, destaca como la piel en la zona de la muñeca se pliega por la presión del peso corporal. La columna se ha policromado simulando al mármol del Torcal; un guiño al patrimonio natural de Antequera.

En la parte trasera del cuello quedan perfectamente definidas las vértebras superiores bajo la piel, además el cuello aparece girado; aquí tenemos una doble intención: una simbólica donde el sayón (el mal) vuelve la cara al Señor (el bien), y un propósito estético (a partir de ahora cuando veamos de frente el trono, la agresividad del rostro del sayón se quedará en segundo plano dejando totalmente el protagonismo al rostro del Señor).

Los pies aparecen descalzos, esto le da un aspecto asalvajado y, a la vez, es una alegoría a la primera sangre derramada en la historia bíblica; a Caín que mató a su propio hermano Abel por celos y envidia (ambos son representados la mayoría de las veces en el mundo del arte desprovistos de calzado).

La cara ha sido dotada de unos rasgos judíos de un hombre de mediana edad (nariz prominente, ángulos marcados y barba perfilada). Vemos como muestra la rabia con las cejas fruncidas (hasta llegar a plegar incluso la piel en la frente), también la rabia se ve claramente en una boca con los labios entreabiertos por la respiración acelerada mientras que aprieta fuertemente la mandíbula.

El pelo se dispone con mechones ondulados y una cinta a la altura de la frente. Algo muy clásico pero que esconde también un guiño al patrimonio histórico de Antequera: el "Efebo de Antequera" usa una cinta en su pelo. Por otra parte el corte de pelo y sus cabellos ondulados, son reflejo del peinado del busto de "Nero Germánico" en mármol que también se sitúa en el Museo de Antequera, a pocos metros del afamado Efebo. La rica historia de Antequera -y concretamente la romana- queda por tanto presente en esta obra.

El flagelo romano o "flagrum" que porta el Sayón en su mano derecha es un instrumento de tortura de mango corto. Era capaz de arrancar literalmente la piel a tiras (de hecho, producía que, en muchos casos, la persona muriera durante la flagelación), en las puntas de sus látigos se colocaban bolas de metal y también huesos para que el daño fuera extremo. El sayón de Juan Vega porta una reproducción exacta del "flagrum" además de brazaletes realizados en cuero junto a sus correajes.

Y por último, la única prenda de vestir que le vemos puesta, una especie de pantalón hecho de harapos. Lo más correcto históricamente es que el tejido hubiese sido en tonos marrones o blancos (ya que colores como el rojo, morado, azul, etcétera, estaban reservados a las clases pudientes por su elevado coste); sin embargo, se ha puesto en color verde por tener un recuerdo al antiguo sayón al que reemplaza esta obra de Juan Vega, y se ha desgarrado en una pierna para dar imagen de que es un tejido reutilizado y así darle un contexto.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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