La obra es una Dolorosa de candelero para vestir cuyo destino es la Cofradía de la Oración en el Huerto, de Jerez de los Caballeros (Badajoz). Ha recibido el título de Nuestra Señora del Silencio.

Pese a su advocación, el dolor que se refleja en este simulacro, labrado según los postulados neobarrocos sevillanos, está lejos de ser silente y reservado. Por el contrario, María exterioriza notablemente su angustia a través de unos labios temblorosos, el nerviosismo del gesto y las manos, la inclinación de la cabeza hacia la derecha, el ceño fruncido y las dos lágrimas que recorren sus mejillas. Rasgos todos ellos, eso sí, que el artista mairenero plasma sin caer en un excesivo dramatismo.

De tamaño natural, la Virgen fue presentada y bendecida el pasado 4 de marzo en la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel del municipio pacense, por cuyas calles procesionará el próximo Martes Santo.