Miguel Ángel Villa, escultor e imaginero carmonense, ha realizado para una agrupación parroquial de su localidad natal una dolorosa que será presentada y bendecida próximamente con la advocación de Nuestra Señora de la Aurora. La imagen es de madera de cedro policromada para vestir, con una altura de 170 cm.

La imagen representa, de una manera idealizada e irreal, el desconsuelo de María por la muerte de Cristo, manteniendo el autor la iconografía tradicionalmente aplicada al tema en el neobarroco sevillano, en el que destacan figuras del siglo pasado como su paisano Buiza o Fernández-Andes.

Recreada como una bella joven de ojos verdes y tez morena, la Virgen abre los labios y extiende las manos en señal de lamentación. Cuatro lágrimas de cristal se derraman por sus prominentes mejillas al tiempo que sus párpados, rematados con pestañas postizas en su parte superior, se caen para expresar su abatimiento.

Pulsando en el icono, podrán ver más fotográfica de la última pieza sacra de un artista con notable obra civil, que ha participado en exposiciones individuales y colectivas, tanto en Carmona como en Sevilla, Écija y Madrid, y fue premiado en el Primer Simposium Internacional de Escultura de Almonte (Huelva) en el año 2004.