El pasado 18 de diciembre tuvo lugar en el Real Monasterio de la Encarnación de la localidad murciana de Mula, la bendición de la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, encargada por la Cofradía de Jesús Resucitado del citado municipio al joven escultor ciezano Antonio Jesús Yuste Navarro.

La nueva efigie, que desfilará en la procesión del Resucitado, viene a sustituir a la Virgen de los Dolores que formaba parte del cortejo procesional hasta el año pasado.

Nuestra Señora de los Ángeles es talla de vestir, y por ir destinada a la procesión del Domingo de Resurrección se trata de una imagen de la Virgen de las llamadas de gloria, representándola su autor joven, fruto del rejuvenecimiento que supone la felicidad de contemplar el rostro del Hijo que, habiendo resucitado, seguirá vivo en nuestros corazones. Ya exenta del dolor sufrido por la muerte de Jesús, ahora se muestra dichosa y gozosa.

La imagen inclina ligeramente la cabeza hacia abajo, con leve giro hacia su derecha. En señal de acción de gracias cruza sus bellas manos sobre el pecho, talladas con la misma delicadeza que irradian, mostrándose al devoto espectador como la más bella de las madres. La cabellera, aún cubierta por un velo, se encuentra totalmente gubiada, cayendo por ambos lados del cuello grácilmente y quedando policromados en sus contornos sus cabellos más rebeldes, como viene siendo habitual en su autor.

Esta obra se encuentra policromada al óleo en textura mate, resultando atrayente la riqueza de matices con que su autor pretende enaltecer las virtudes de la talla, dotándola de una gran belleza natural.