Finalizada hace poco, esta nueva Dolorosa del joven escultor sevillano Mario Zambrano mide 80 cm de altura y ha sido labrada en terracota policromada al óleo, con acabado de las tonalidades al pulimento.

De candelero para vestir, presenta las manos rígidas y extendidas a la altura del pecho, así como un rostro de juvenil dulzura pero también de gran angustia en su gesto, sentimiento que se manifiesta igualmente a través de las lágrimas de vidrio fundido que surcan su rostro.

Otros postizos, habituales en esta iconografía desde el periodo barroco, son las pestañas de pelo natural colocadas en los párpados superiores, modelados vencidos por el llanto.

Pulsando en el icono que encabeza la noticia, podrán ver varias instantáneas de una pequeña pieza que lleva por advocación Nuestra Señora del Rosario y su destino es la colección de la familia Puente Elvira en Granada.