En estos días, teóricamente alegres y familiares, la mayoría de los españolitos de a pie buscamos, y creo que muchos afortunadamente encontramos, causas y motivos que nos encarrilen hacia la alegría y el amor fraternal, filial, paternal y hasta universal.

Cuanto más nos riamos mejor, y mañana será otro día. Pues servidor ha encontrado el suyo. Al menos de momento, hasta que pueda sustituirlo por una chorrada mayor. Que cualquier chorrada, por grande que sea, siempre es susceptible de incrementarse. Y me refiero pues al tema de la ya famosa fotito de nuestros monarcas reinantes.

Que se haya recurrido a un fotomontaje para la postal regia de felicitación, personalmente no me parece ni bien ni mal. No es más que una postal navideña, y si he de entender lo que supone, me quedaré con las intenciones y buenos deseos que la Familia Real, y por motivos bastante evidentes el Rey en particular, han manifestado y manifiestan siempre hacia todos los españoles. Eso es lo importante y suficiente. Y esto lo dice alguien que es más bien poco monárquico. Y además, ¡qué narices!, que eso de los niños es siempre una pesadez. Que no hay forma de que se estén quietos para la foto. Por lo tanto, y probablemente al igual que a la mayoría de los normales, me quedo con lo que hay detrás, que es lo que a mi me vale.

Ahora bien, dedicar un editorial y una página entera de un diario al tema, con análisis detallados acerca de la inclusión y retoques, dándole una importancia que en realidad no tiene, entre otras cosas porque a la mayoría probablemente nos importe un pimiento, hablando de falta de consideración hacia los españoles, poniendo en duda los valores familiares, y exigiendo que se tomen medidas y "asumir las responsabilidades correspondientes"... pues, qué quieren que les diga. Semejante estupidez me ha alegrado la tarde, que me hacía bastante falta.

Es que me parece bastante cómico el que por una chorrada semejante intenten montar el pollo de la dignidad españolística ofendida. Típico de cierta prensa amarillo limón, sectaria y manipuladora, acostumbrada a hilar fino finísimo, y a sacar punta a los plátanos con máquinas excavadoras. Vamos, los mismos que ayer disculpaban la bromita boliviana, y antesdeayer el terrorismo radiofónico de quienes todos sabemos, y su nombre no debe ser pronunciado, como en el Harry Potter ese. Aunque igual es que no tenían grandes cosas que contar, y ya se sabe, hay que rellenar páginas con lo que sea. Porque lo contrario sería suponer aviesas intenciones. Pero eso no es nada gracioso, así que me quedaré con la estupidez, que es más graciosa y lo que hoy me apetece.

Eso sí, en una única cuestión tengo que estar de acuerdo. Creo que efectivamente la Casa Real debería tomar medidas. Como por ejemplo enviar a los realizadores del fotomontaje a un centro especializado de fotografía y utilización de herramientas al respecto. Para que la próxima vez se esmeren un poquito más. Que un montaje fotográfico, sutiles retoques incluidos, como la desaparición de manos y brazos, no es tan complicado. Aunque pudiera ser una foto elaborada con tintes simbólicos. Vamos, que con tres o cuatro niños más hubiese sido algo así como la última cena de Leonardo. Jo.

 

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