La Roja, un orgullo para todos los españoles. Todo un equipo que ha sabido demostrar que la unidad hace la fuerza, aunque tengan diferentes ideologías y pertenezcan a diferentes Comunidades Autónomas. Todos ellos han formado un equipo de fuerza, resistencia, voluntad, buen juego, unidad, alegría, abrazos y emociones sinceras.

Nuestro equipo ha conseguido lo que casi nadie hasta ahora, que España entera se emocionara. Estos chicos han dado una lección a todo el mundo, sobre todo a los políticos y a las gentes cortas de miras. Hemos vibrado, sentido y abrazado con ellos y gracias a ellos. ¿No es eso algo bello?

El fútbol, como ha dicho Vicente del Bosque, ejemplo de respeto y distinción, une en las victorias y sube la moral a un país como el nuestro, actualmente maltrecho por tanta crisis y embrollos políticos.

Una servidora ha sido siempre del Barça, y ha estado suscrita a La Caixa y a La Vanguardia desde que nació, como toda mi familia, y si hay un referéndum en Catalunya para 2014 o para cualquier otra fecha, las urnas serán las que decidan, pero largar memeces fascistas ha sido siempre algo invisible para mí.

Así que viva la selección que nos ha llevado a la primera Copa del Mundial, que ha ganado a unos holandeses tramposos y brutos (prefiero a los alemanes), que nos ha dado un gran día y de la que hay que aprender a mimetizar su espíritu y generosidad. Y sobre todo vivan Iniesta y Puyol, el de la carita de cardenal renacentista.

 

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