OPINIÓN... GARZÓN Y VELOS

SOBRE GARZÓN Y VELOS

Carmen de Tortosa

No al velo. Para las mujeres debe ser símbolo absoluto de imposición y sumisión. Me es imposible creer que una adolescente, como siempre nos suelen decir, de la noche a la mañana se pone un velo. No. Hay que explicar mejor las presiones, la vergüenza del clan, lo que les dicen de los chicos de su cultura que no las van a querer... Todo muy sutil, y ellas, en efecto, al día siguiente, después de muchas cosas sueltas, se ponen el velo y se convierten en unas mártires. Luego toca dejar de fumar, dejar de salir y así. Al final, la invisibilidad y el miedo. Y siempre es así.

Las chicas de familia musulmana que conozco, y con las que he hablado hasta la saciedad, se dividen en dos clases: las que acabo de describir y las que, en cuanto dan la vuelta a la esquina de su casa, se quitan el velo, ya que sus familiares, en particular el padre, les obligan a llevarlo y les prohíben todo.

A los españoles nos imponen otro tipo de velos, la mayoría directos a los ojos. El juez Baltasar Garzón no está dividiendo el Estado Español, es el Estado Español quien anda dividido desde que la facción de perros rabiosos del PP, empezando por Aznar, entró en la escena política.

Dejando a un lado si nos cae o no bien Garzón -yo, por ejemplo, no soy nada simpatizante-, la situación es que los de la extrema derecha y los de la falange -tócate las narices, que todavía falange mande aquí- lo han mandado al banquillo. Y conste también que lo de la memoria histórica me parece una chorrada que no comparto. Pero Garzón y también muchas otras personas de la judicatura han hecho muchas cosas bien, justas y necesarias. Entre ellas destaco lo de Pinochet, Guatemala, Margarita Robles... Mucha gente.

Nuestro país está en retroceso, la política carece de altura y la masa cada día me produce más repelús por su ignorancia y falsas idolatrías que sólo esconden carencias. Y no me despido por hoy sin volver a criticar a los cerdos del gobierno chino que, con su política de natalidad, matan niñas, esterilizan personas y crean generaciones de varones que se van a fastidiar porque ya no tienen mujeres en su país para casarse. Las tendrán que comprar a países más pobres y cercanos, y así, de paso, aumentar las mafias. Otro asco.

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