DECOR CARMELI - GALAROZA
Sergio Cabaco y Jesús Abades
La sugestiva imagen de la Señora conjuga la iconografía de la Virgen del Carmen con las de la Virgen de la Expectación y Virgen de la Misericordia. Dentro de su aspecto carmelita, María simboliza la maternal acogida en sus brazos de los miembros y devotos de la Orden, lo que unido a su carácter de divino ostensorio como Virgen de la O y a la disposición del manto, propia de la Mater Misericordiae como refugio de las almas del purgatorio, hacen de tan interesante ejemplar escultórico un compendio de varias de las más destacadas virtudes marianas.
Estilísticamente, nos encontramos con un tipo de representación de origen medieval que muestra a María como arca de salvación para el orbe cristiano. La composición, sencilla y efectista, abre un destacado eje horizontal que compensa la monumental verticalidad de la silueta femenina. En España, otro destacado ejemplo del tema lo constituye la Virgen de Vallbona (Lleida), antecedente director del simulacro de Galaroza, que ofrece una obra juvenil, de larga cabellera cubierta por toca y manto abrochado al cuello que abre para dar cobijo a los religiosos.
Al vestir el hábito carmelita, queda parcialmente velado el avanzado embarazo de María por el escapulario. En su mano izquierda, porta el escapulario de mano, mientras que la derecha lleva un cetro, lo que enriquece aún más el valor iconográfico de la escultura al representar también a la Virgen en su papel de dispensadora de gracias. Se exorna con corona, media luna con las puntas estrelladas hacia arriba y aureola de plata dorada, y como escabel le sirve una nube de la que emergen tres cabezas de querubines. Mide 140 cm.
En principio, su ejecución se fechó en la segunda mitad del siglo XVIII y hubo quien la atribuyó erróneamente a La Roldana. Posteriormente, los historiadores González Gómez y Carrasco Terriza, en su obra Nuevos Datos sobre Escultura Mariana Onubense, adelantaron su hechura a los últimos años del siglo XVI, vistas las características formales de la obra. La reciente restauración efectuada por Juan Manuel Miñarro pudo confirmar que sufrió una profunda remodelación en el Setecientos, de ahí la confusión inicial sobre su cronología. Se ha apuntado la posibilidad de que el autor de las reformas fuese el escultor José Montes de Oca, debido a las grandes semejanzas que rostro y manos muestran con varias de sus creaciones marianas, caso de la Divina Pastora de Málaga o la Virgen del Altorrelieve de la Adoración de los Magos de la gaditana Iglesia de San Felipe Neri.
Anterior Especial en este |
www.lahornacina.com