En opinión de los historiadores Jorge Bernales Ballesteros y Federico García de la Concha Delgado, el arte del escultor e imaginero Andrés de Carvajal y Campos, como el de su maestro Diego de Mora y el de los demás artistas del círculo escultórico antequerano, se encuadra dentro del último barroco andaluz, en el que se advierte una clara preferencia por los paños convencionales y declamatorios, por las carnaciones de pulimento, claras y rosáceas, así como por los estofados de gran vistosidad y riqueza (1).

Parte de dicho estilo se advierte en esta imagen de San José con el Niño, conservada en un retablo de la nave derecha de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios de Estepa (Sevilla). El retablo fue labrado hacia el año 1760, fecha en la que también podemos ubicar cronológicamente esta escultura.

El santo aparece representado en su vertiente iconográfica más frecuente, instaurada especialmente a partir del siglo XVI: como un hombre joven, viril y bello, mirando gozoso al pequeño Jesús, sostenido en sus brazos en alusión a su condición de protector del futuro Mesías en su infancia, y la vara de azucenas sujeta en su mano derecha, símbolo de la predilección de Dios para que ejerciera de esposo de María.

La presente escultura, heredera del estilo del granadino Mora, se halla muy cercana a la esculpida por Carvajal para otro interesante templo estepeño: la Iglesia de la Asunción. Ambas son de mérito artístico y muestran la mencionada aparatosidad en los ropajes, con amplios pliegues cóncavos en los pliegues y rica labor del estofado en oro, así como la elocuencia expresiva tan propia del artista, simulando con acierto un amoroso diálogo del santo con el Niño, obra ésta que se encuentra revestida pese a hallarse completamente anatomizada.

BIBLIOGRAFÍA

(1) BERNALES BALLESTEROS, Jorge y Federico GARCÍA DE LA CONCHA DELGADO. Imagineros Andaluces de los Siglos de Oro, Sevilla, 1986, p. 158.