También conocido como Ginger y Fred, por la pretendida sensación de crear el envolvente movimiento de la famosa pareja en sus actuaciones musicales, se trata de un hipnótico edificio construido en Praga por el croata Vlado Milunic en 1997, con la colaboración de su célebre colega canadiense Frank Gehry.

La construcción de la casa, que auna los estilos neobarroco, neogótico y art noveau, despertó no pocas controversias en una urbe de arquitectura tan clásica. Irónicamente, un buen número de praguenses llegó a decir de la Tancící Dum (Dancing House en checo) que había sido diseñada bajo efectos alucinógenos.

Sin embargo, hoy en día se halla considerada como una de las muestras más singulares de la arquitectura europea de finales del siglo XX. En su interior encontramos la sede de una importante multinacional y su terraza acoge un restaurante francés de gran renombre con magníficas vistas a la ciudad.